En esa tabla estamos primeros
Ironías del destino, tal vez... Ni bien el humito emergió del quincho de Luz y Fuerza, un "cuzquito" se acercó por la puerta de atrás como queriendo husmear la parilla piloteada por el "Emperador del Asador" Daniel Benedetti. El perrito intuyó que en ese lugar habría más de su especie y no estaba equivocado. Sin embargo, alertado por el virus Rossi mayor -una fuerte angina--, decidió huir y esperar que algunos de sus colegas le dejará un hueso a la hora de la despedida.
Ya, para entonces, era tiempo de las primeras cargadas, los primeros ferneses -liderados obviamente por el Gurú de los Branca, Fernezinho Rossi, quien a su vez trajo la buena nueva de que su lesión sólo se trataba de un pequeño pellizco en el cuerno (ya lo sabíamos) de la rodilla menos hábil --elíjase cualquiera de las dos.
A la cita, sólo faltaron El Indio Fidalgo, dato llamativo por cierto, sobre todo teniendo en cuenta que al cuzco le hacía falta una cuzquita y el ex La Armonía lidera el masters en la materia; y Emanuel Signori, que haciéndole honor a su delicado apellido, decidió enfiestarse con una niñas desamparadas. Es decir, el Negro" cambió las desopilantes historias de "Angina" Rossi por piernas más bonitas que las del Colo García.
Punto aparte para el Negro Cenizo, quien tuvo que emprender un viaje relámpago, seguramente contra las piernas de algún rival en quien sabe qué punto del planeta.
Un dato no menor fue la ausencia de Rossi padre. Claro que delegó en "Angina" toda la verborragia habitual de un clan que merece una oportunidad en cualquier reality de la Argentina.
Tampoco dieron el sí los "diseñadores" (y no de moda) Kluin y Duarte. El primero no habría tenido el permiso (y no de conducir) y el segundo habría estado amando... Y se sabe: un pelo de c... tira más que una yunta de bueyes (y en el equipo de los Perrodistas lo que sobran son bueyes).
La charla, ya en el salón Avelino Roldán (con un paragua como estandarte) comenzó a toda orquesta con "Angina" Rossi como maestro de ceremonia. Mientras que Benedetti, el poeta de la parrilla, se debatía entre la neblina y los asadores, con guantes y todo.
El fernet y el vino fue haciendo mella en los parlamentarios, al tiempo que se recordaron viejas y queridas trifulcas protagonizadas por Perrodistas en exilio, ex Perrodistas y Perrodistas en actividad, que siguen dándole al hueso ajeno cada sábado. En fin, una sucesión de hechos bochornosos que valía la pena rememorar.
Tras la despedida de los más jovatos --en la que se puso en tela de juicio, si es que lo hay en los Perrodistas, la edad de Rompehuesos Veláustegui-- hubo tiempo para historias de pueblo --Campera y Rapetti, quien extrañamente no se desgarró en el relato-- y otras, como la del Colo, quien está planeando un viaje a la Isla de Bali.
La llama se apagó y varios emprendieron el viaje hacia una última copa, aunque olvidando en el camino --bah, en el predio-- a Fernezinho Rossi, quien desesperadamente se vio obligado a utilizar las señales de humo que habían proliferado tras la intervención de Benedetti.
La historia podría seguir, pero esperemos que tanto ímpetu al momento de hincarle el diente a una costilla o de pedir hielo para servirse el enésimo fernet, se vuelva a ver este sábado en la cancha para trabar una pelota. (Enviado especial)
"Me voy conforme... No nos hicieron goles y el equipo jugó el mejor partido de todo el año. Se ve que esto pasa cuando le meto presión a algunos, como Guercio (SIC), porque desde que puse mi puesto en sus manos ha respondido".
Las palabras de Alvarez DT una vez finalizado el embolante empate sin goles de los Perrodistas con los punteros Abogados C fueron más que elocuentes...
Está loco.
Mirando de reojo al banco, donde todas las falsas promesas de fútbol estaban sentadas para no lesionarse más, el sábado el técnico armó un equipo aguerrido, con el Indio de último ¿hombre?, Monforte por el carril derecho, Guillo por el izquierdo, el clásico doble 5, Signori de media punta y Gullaci de punta de lanza.
En fin... seamos sinceros.
No pasó nada, ni en el primer tiempo ni en el segundo. Por ahí alguna pelota que llegaba o se escapaba de alguno de los dos lados, pero nada raro.
¿Lo mejor? La tarde, hermosa, divina con el sol a pleno.
¿Lo peor? No haberla disfrutado en otro lado, teniendo que aguantar a esta manga de perros.
¿Lo deplorable? Las frases de Mariano Rossi (qué calladito jugó... cómo se nota que baja la cabeza cuando la mujer está cerca) y Guercho, que dijeron que el blog no iba a tener más remedio que ponerles una nota buena porque (según su visión) habían jugado bien. De la visión del pseudo arquero no hay mucho para agregar, y de la del insípido polifuncional tampoco, porque si viera algo le pasaría la pelota a sus compañeros.
¿Lo patético? El Indio pidiendo a gritos que lo saquen, porque "estoy haciendo muchas cagadas".
¿La sorpresa? ¡Volvió Luis María!
¿Lo extraño? Fue Campera a la cancha, y no lo echaron.
¿La prueba que Dios existe? Este fin de semana largo tenemos fecha libre.
* Guercho & Mariano Rossi ( =( ): Llorones.
* Rentería (6): Bien hasta que se acalambró. Debería comerse más bananas.
* Indio (5): Cumplió. Lástima que llore tanto.
* Alcalá (6): Marca a los viejos para que no le ganen tan fácil.
* Duarte (5): Pidió disculpas porque pasaba mal la pelota. Si otros lo hicieran, deberían ir de rodillas hasta el Muro de los Lamentos.
* Monforte (6): A veces parece que tiene sangre. Bien yendo a las barreras.
* Cenizo (6): Lleva al hermano para que cebe mate.
* Kluin (5): ¿No estaba de vacaciones?
* Signori (5): Con la pelota al pie, parece un bailarín clásico. Lástima que tiene menos conclusión que el edificio de Sarmiento y Alvarado.
* Gullaci (5): Cuando encontró alguna, definió a lo Hugo Porta contra los All Blacks... Por lo viejo y por lo arriba que la tiraba.
* Colo (5): Entró en los últimos 20, y "algunos" no se la quieren pasar para que no les saque el puesto.
Cuerpo técnico
* Alvarez DT (4): Ya bajó los brazos si dijo irse conforme.
* Padre de los Rossi (7): Merece más, pero va a tener que hacer más cosas para congraciarse después de tantos faltazos.
* Franco Pignol (4): Le dijo algo al árbitro, y uno de los rivales le dijo que se callara la boquita... ¡Shhhhhhh!
* Hijos de Alcalá (6): Quietecitos, esta vez se portaron bien.
* Hermano de Cenizo (8): Ceba mate calladito. Aparte, mete unos lentes con mucha onda.
* Matías Rossi (6): Es a Alvarez DT lo que Galíndez a Basile.
* Mujeres de MR y del DT (5): La próxima, si no quieren quedarse cocinando, que lleven torta para el entretiempo.
Editorial
Que el bonsai no nos tape el Amazonas
Por Fernando Miembro (*)
Cero a cero. Para algunos (los que dicen que, donde hay un gol, hay un error que lo permitió), el partido perfecto; para otros, como a los que nos gusta el fútbol bien jugado, el peor resultado.
Mucho para analizar, pero nada para festejar. Nada de nada.
Salvo para algunos, por supuesto.
Salvo para esos que a veces se preocupan más por ellos que por el equipo. Son fáciles de identificar: basta con verles la caripela de satisfacción, disfrazada de falsa pena, cuando saben que jugaron bien pero el equipo salió 0-0 o, lo que es peor, perdió 0-2, 0-3, etc.
Los que amamos el buen fútbol no creemos en estas chicanas. Para nosotros, si el equipo pierde, todos jugamos mal; y si el equipo gana, todos jugamos bien. Así se habla frente a los medios o a los simpatizantes; luego, en la intimidad del vestuario, habrá tiempo para el análisis de los errores que cada uno tiene que corregir.
Por esto resultó muy duro escuchar el último sábado a uno de los mediocampistas de Perrodistas, al final del aburrido 0-0 con Abogados C, decirle a Guercho algo así como "este partido jugamos bárbaro, así que ahora vamos a ver qué dice de nosotros ese blog".
Hubiera preferido no escuchar nada. Hubiera preferido chocar con Guillo Kluin, tomar un mate de los que ceba Franco o sufrir una patada de Carlitos a la garganta. Cualquier cosa con tal de no oír semejante muestra de... póngale el nombre que usted quiera.
"Yo soy un fenómeno. ¿El equipo? No sé, pero en el blog me van a poner una buena notita...", fue lo único que le faltó decir a nuestro jugador de piernas cortas e incansable lengua.
Imposible digerir semejante muestra de "yoyismo".
Imposible digerir que lo único que le importa no es si el equipo fue un fiasco o no, sino el numerito ese que aparece, entre paréntesis, en el Uno x Uno que se publica en este santo blog, semana a semana.
Así no se juega al fobal, pibe (o ya no tan pibe). Y así tampoco se habla después de un partido en el que el gol, para nuestro equipo, fue algo así como una mujer conduciendo bien (es decir, como algo imposible).
Y no sólo digo esto por la evidente muestra de egolatría (qué palabras grossas manejamos en este blog), sino porque... porque... ma' sí, lo digo con todas las letras: "porque por una vez que jugaste más o menos bien, querido, por una vez que no te pasaron como si estuvieras clavado al piso, por una vez que te dieron una pelota y no devolviste un ladrillo... ¡¡¡no podés agrandarte tanto!!!"
Si una golondrina no hace verano, ¡cómo vas a agrandarte porque jugaste bien un partido, cuando venís de fechas y fechas en las que parecías un acompañante de lujo de todos los "10" contrarios! ¡Al menos, jugá bien tres o cuatro partidos seguidos antes de hablar!
¿O acaso crees que un bonsai nos va a tapar el Amazonas?
(*) Editor en jefe de este bendito blog.
