domingo, 28 de febrero de 2010

Amistosos...

Esta semana, en el blog que te canta la justa, te contamos cómo el equipo de ¿Alvarez? continuó en la senda de la derrota propia, con un resultado más digno del tenis que del fútbol. Y te vamos preparando para lo que seguramente será un año de aquellos... tristes, muy tristes.



Con amigos así

La cosa parecía fácil.
Un amistoso, con gente que juntaba un flaco que labura en el diario ése, como para mover las piernas.
Gullaci digitó todo por teléfono, y la cosa ya estaba masomeno preparada para el sábado a las 11. Algo así como prepararse para ir a comer la picadita antes del asado.
La cosa es que el equipo del otrora DT Alvarez (quien se encontraba en Mar del Plata comparando músculos con Ricardo Fort) esta vez sí juntó más de once jugadores: 12.
El sol golpeaba las cabezas, los mosquitos atacaban los brazos y rodillas, el viento decía ausente en la áspera mañana bahiense, y los "muchachitos" que nos pusieron en frente parecían el Barcelona de España, con 5 Messis en lugar de uno.
Mamita! Qué baile con "B"!
En la primera pelota que recuperamos (y eso que sacamos nosotros) en el área nuestra, allá por los 34 segundos de juego, ya nos la mandaron a guardar. De nada valieron las súplicas de "vamos de nuevo". Fue algo así como "jódanse, carajo".
La cosa que a los 16 minutos el resultado era 3 a 0. Y más allá de alguna escaramuza por una pierna de más (seamos sinceros, no era hombría, era "no doy más"), la cosa seguía más que fulera. Cambio va, cambio viene (había uno solo, así que grandes cosas no se podían hacer), el primer tiempo terminó con ese resultado y la incógnita se alzaba cual el Coloso de Rhodas: ¿Cuántos más nos íbamos a comer en el segundo tiempo?
Algunos quisieron hacerse los Simeone, y terminaron siendo un Alvarez/(nombre que no se debe poner para que la internet no desaparezca de la faz de la Tierra). "Nos armamos así y así!", se escuchó por ahí.
La cosa es que cuando empezó el segundo tiempo los flacos (en comparación con los gordos nuestros) levantaron la pata y se dedicaron a jugar, sin mala leche ni nada. Sólo nos pasaron por arriba sin tratar de que nos sintiéramos maltratados.
Hasta que, de golpe, milagro. Gol de los Perrodistas. Gooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooool!!!!!!!!
Nadie entendía nada. Pero todos dicen que, como el arquero contrario es medio amigote o algo así de quien hizo el gol, se puso atrás de la red del arco como para no ofrecer resistencia.
La cosa es que algún grito de "vamos, que los tenemos", se escuchó. Y llegaron los dos goles en el arco nuestro.
5 a 1 y a otra cosa mariposa. Déjense de joder y dedíquense al backgammon. El partido terminó terminando 29 minutos antes, y sólo para que los Perrodistas no pasaran más vergüenza.
Pero no seamos derrotistas, que hay puntos importantes:
1) hicimos más goles que el último partido, que terminó 3-1 para los otros, pero con un gol en contra.
2) el arquero nuestro no está la semana que viene.
3) no erramos ningún penal, porque ni siquiera llegamos al área de enfrente.
4) para no ser derrotistas, nos podían haber metido 345 goles, por lo que 5 no parece mal número.
Sin deseos raros, sin esperar nada de ustedes, sin creer que mañana van a salir a correr, sólo nos dedicamos a creer que pueden mejorar.
Perros de mierda, a ver si hacen que nos sintamos orgullosos!!!!