Volvimos, porque nadie nos puede hacer callar. Volvimos porque a pesar de las numerosísimas presiones y desplantes, queremos seguir demostrándoles a todos qué es lo que pasa en el seno del equipo más querido y odiado de la LIDA. Volvimos porque hay cosas que no se pueden callar y la gente lo tiene que saber. Volvimos porque se nos cantaron las reverendísimas ganas, y nada más.
¿Pretempo qué?
¿Pretempo qué?
Todavía resuenan en el viento y en el verde césped del club Argentino las palabras del otrora especialista en ascensos Pablo Andrés Alvarez, que en su momento había dicho que tenía equipo para ascender, y eso era lo que iba a ocurrir.
Ja! Ilusos...
Todavía se escuchan los crujientes huesos de cualquiera que se le cruzara y se les escapara a nuestros defensores estrella.
Ja! Estrellados...
Todavía se pierden las miradas en el piso como cada vez que nos hacían un gol estúpido. Y nos hicieron bastantes.
Ja! Arquero...
Todavía continúan los callejones sin fondo por los que pasaban los carrileros, mediocampistas, defenesores, arqueros y delanteros sin nadie que los frenara por nuestro mediocampo.
Ja! Pasen y vean..
Todavía nos preguntamos qué hacen esas pelotas que van a las puntas sin encontrar un destinatario.
Ja! El locatario se mudó hace rato...
Todavía sigue la incógnita de los goles, que terminan haciéndose en el arco propio.
Ja! Goles...
Todavía rebotan --en el vacío futbolístico que dejó el otrora temible equipo de los Perrodistas-- las dudas, esas que duelen en las piernas a los 10 minutos de comenzado el partido; en la cabeza cuando hay que levantarse para ir a la cancha; y en el pecho de todos y cada uno cuando el tiempo de juego termina y empieza la reflexión y la autocrítica.
Todavía nos preguntamos...
¿Qué carajo están haciendo, manga de degenerados? La pretemporada con el Ogro Fabbiani en Córdoba??? Déjense de joder, zanahorias!!!
Todos los equipos ya están más preparados que la España de don Vicente del Bosque para el mundial, y ustedes lo único que hicieron fue juntarse a jugar un partidito contra los Arbitros, que perdieron escandalosamente 3-1, en el que erraron dos (sí! dos!) penales y sólo fueron nueve jugadores.
Les vamos a decir qué hacen: juegan con nosotros, con nuestro espíritu futbolero que clama por un grito de gol en el arco de enfrente y, de una vez por todas, poder festejar alguna vez y no tener que reflejar en este espacio el triste espectáculo que dan cada sábado.
Por eso, para esos que no les gusta, les aseguramos que este año vamos a estar, con más ganas, más fuerza y, sobre todo, diciendo la verdad que a todos les molesta...
¿O les parece que a nosotros no nos molesta cuando ustedes, manga de perros, no puden levantar las patas del piso y todavía ni empezó el partido?
